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Inglaterra conquista la Eurocopa Femenina en una final de infarto ante España

Inglaterra conquista la Eurocopa Femenina en una final de infarto ante España

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La selección femenina de Inglaterra revalidó su título europeo tras imponerse a España en una final vibrante que se resolvió por penales. El encuentro, que terminó 1‑1 en los 120 minutos reglamentarios y de prórroga, coronó a las inglesas como bicampeonas continentales, consolidando su dominio en el fútbol femenino.

España abrió el marcador en el primer tiempo con un potente cabezazo de Mariona Caldentey, tras una precisa asistencia desde la banda. La Roja controló gran parte del juego con su característico toque, pero no logró ampliar la ventaja.

En la segunda mitad, Inglaterra reaccionó con intensidad. El empate llegó gracias a Alessia Russo, quien conectó otro remate de cabeza que dejó sin opciones a la arquera española. El gol revitalizó a las inglesas, que igualaron las acciones y forzaron una prórroga donde ambas selecciones buscaron el tanto decisivo sin éxito.

La tanda de penales fue el desenlace inevitable. España erró varios lanzamientos clave, mientras que Inglaterra se mostró implacable desde los once metros. La arquera Hannah Hampton se erigió como la heroína de la noche, atajando dos disparos cruciales y manteniendo la calma en los momentos más tensos.

Chloe Kelly fue la encargada de marcar el penal definitivo, desatando la celebración inglesa ante una afición entregada. Con este triunfo, Inglaterra se convierte en la primera selección femenina en ganar dos Eurocopas consecutivas, confirmando su hegemonía y el éxito del proyecto liderado por Sarina Wiegman.

La entrenadora neerlandesa logró su tercera Eurocopa como seleccionadora, y su segunda con Inglaterra, consolidando una carrera histórica en los banquillos del fútbol femenino. Su liderazgo, capacidad táctica y visión de juego han sido clave para el ascenso meteórico del equipo.

Por su parte, España cerró una participación destacada. A pesar de la derrota, demostró un altísimo nivel competitivo, posicionándose como una potencia emergente en el panorama europeo. Su estilo de juego, mezcla de posesión y presión, fue aplaudido por analistas y aficionados.

La final, disputada en un estadio repleto, fue una muestra del crecimiento del fútbol femenino en Europa. La intensidad, calidad técnica y emoción vivida marcaron un nuevo hito en la historia del torneo continental.

Con este título, Inglaterra no solo alza un nuevo trofeo, sino que también reafirma su posición como una de las grandes referencias del fútbol femenino mundial.